Espero el momento adecuado para derrocarme entre miles de dudas.
Sigo estando aquí, deambulando entre varios senderos que se abren a tu paso,
que te rodean de ambrosía y se mezclan en tus colores. Mis pasos están llenos
de ternura, mi sonrisa se estanca en mis labios mientras que busco tu piel,
hasta donde mis manos quisieran llegar. Puro egoísmo de estimar mis caprichos,
más bien no son el halago de quien porta este pequeño rubor. Tus ojos son el
glorioso cielo, que mella cada una de mis salidas, y tu suspiro hace flaquear
mi alma. Unos cuantos versos oxidados de un pequeño escudero, que busca
aventura en tus abrazos, ya que no porto frescura en esta letra, pero si
experiencia, más hoy mi musa, que eres tú.
Aunque veas felicidad tras estas líneas, es solo un espejismo, un
espejismo entre muchos. Solo abrazo a la
botella mientras ese pequeño piano deja escapar mis ideas, e intento bailar
torpemente entre versos agridulces, pensando en que tu sonrisa está en la
felicidad que yo no te cautivé.
Puntiagudas notas resbalan de mi garganta, pero son solo sollozos de un corazón
roto. Es una noche muy triste, las nubes no acompañan a las estrellas, solo las
olvida pasando de largo, mientras la luna no me guía entre este pequeño llanto.
Este día mío que en realidad, fue solo tuyo.